La compleja situación de enfrentamiento a la COVID-19, llama hoy a la fuerza individual y colectiva en el intento de salvar vidas humanas.
Nunca antes transitamos por un escenario donde el peligro asecha por igual a todos y socava los recursos del estado y la familia, en medio de una crisis general que eleva el desespero y la agonía.
Es menester entonces promover la participación consciente de todos, acción que incluye a las amas de casa, personal auxiliar de salud, médicos y enfermeras que por una u otra razón están acogidos a beneficios amparados por la ley.
En las últimas horas conocimos de la reimportación de varias enfermeras que marchan a puestos imprescindibles para garantizar el trabajo de quienes están en la zona roja.
Este es un ejemplo de respuesta al llamado.
Desde hace casi dos años la pelea contra la COVID-19 es sin descanso. Cientos de nuestros médicos y enfermeras protagonizan agotadoras jornadas y ponen en riesgo sus vidas.
Garantizar continuidad en este proceso difícil, que enfatiza en salvar vidas, transita por reforzar puestos de labor donde, aunque no estén directamente en los hospitales de campaña, es necesario asegurar servicios básicos para el pueblo.
La dirección de salud pública en Mayarí deja abierta la convocatoria. Todo el personal médico o de enfermería, con posibilidades reales de reincorporarse a este desafío, prestará sin dudas un invaluable apoyo a sus compañeros de trabajo y en general al pueblo que reconoce sus empeños.
Entre las acciones cotidianas, enfrentadas desde los hospitales de campaña, destaca también la urgencia de garantizar manos frescas de mayariceros que faciliten la higienización de las áreas, como auxiliares.
Las personas podrán contratar sus servicios allí y lograr remuneración por ello.
La complejidad de las actividades de enfrentamiento a la pandemia, convocan además a la creación de fuerzas sanitarias en las comunidades.
Rectorados por los consultorios del médico y la enfermera de la familia, todo el que tenga voluntad de apoyo podrá alistarse como brigadista sanitario.
Es momento de tensiones, de una complejidad epidemiológica si precedente. La vida de todos depende del esfuerzo mayor, de la unidad y el desempeño efectivo.
En esta situación que arrastra dolor por los seres queridos llevados a la muerte por la pandemia y por aquellos que tienen sus vidas en peligro, queda claro que la opción No es dejar de luchar, queda claro que cada aporte consciente es necesario…porque a Cuba le ponemos el corazón.