Como parte de los trabajos de reordenamiento agrícola que vive hoy el municipio de Mayarí, la delegación territorial para la atención al sector, labora en la revitalización del programa que estimula la siembra y cuidado del árbol del Nim.
En coordinación con la empresa agroforestal del territorio, el programa incluye además el fomento de los sembrados de Maní y ajonjolí, hecho que serviría de estímulo para la extracción de sus aceites en la planta Los amigos, ubicada en Guaro.
Los análisis administrativos locales, buscan también lograr las contrataciones para la cosecha de las semillas del árbol del Nim y las siembras de las hectáreas previstas por la Empresa Agroforestal, según el programa.
El complejo fabril ubicado en Guaro, facilita la extracción de aceites comestibles y componentes para la elaboración de insecticidas, plaguicidas, fertilizantes y otros productos químicos empleados para combatir plagas e insectos en el sector agropecuario, entre otros usos.
José Luis Rubio Ventura, delegado de la Agricultura en Mayarí, informó al Consejo de la administración municipal, que se realizaron análisis con las empresas rectoras de las tareas, evaluando el aseguramiento del Programa del Nim.
Durante el 2020 la empresa Agroforestal local plantó poco más de 95 hectáreas de este árbol y para este año tiene prevista la siembra de 165, hecho lograble ya que cuentan con los bolsos, semillas y materia orgánica exigidas.
El Árbol del Nim, es una planta originaria de la India y Birmania, que poco a poco fue extendida en Mayarí, sobre todo en los Consejos Populares de Guaro y Nipe-Ayúa.
El aceite extraído de ella es base para la obtención de plaguicidas, insecticidas y otros productos afines, todos imprescindibles para las plantaciones de alimentos agrícolas.
La utilización de aceite del Nim para estos plaguicidas hace que se supere considerablemente la calidad y los efectos, cuando se comparan con los producidos sobre base química, y sobre todo, sustituyen costosas importaciones.
En el mundo, la corteza, las hojas, las flores, las semillas y la pulpa del fruto se utilizan para el tratamiento de gran variedad de enfermedades y molestias, desde la lepra y diabetes, hasta úlceras, problemas en la piel y resfríos.
En Cuba proliferó su uso en las ramas del sector agropecuario, pues se ha comprobado su alta efectividad para controlar diferentes plagas que atacan a los vegetales, y, además, para combatir la garrapata en bovinos y los diferentes ácaros causantes de la sarna avícola, cunícola y porcina.