“Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano”, esta fue la exhortación del Comandante en jefe Fidel a los presentes, en la inauguración de la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, el 15 de noviembre de 1999, palabras que hoy cobran más vigencia que nunca, por la crítica situación epidemiológica que atraviesa el mundo por la COVID-19 y de la cual Cuba no escapa.