Mayarí: Nombre que puede tener origen Aruaco o Taíno. Según una leyenda antigua, poco probable, los primeros españoles llegaron por el río y eran acompañados por indios del lugar quienes señalaban insistentemente:-¡maya ahí, maya ahí ¡- es decir, que adelante habían muchas mayas (Planta textil que se usa únicamente para limitar predios rústicos, porque sus hojas tienen púas, y se desarrolla fácilmente en cualquier terreno – Bromelia Antelminthica), dicha aquella advertencia con una mezcla de su lengua y castellano, lo que oído por los conquistadores se tradujo en “Mayarí”.
La ingenuidad de este mito no deja de tener una base etimológica si se tiene en cuenta que: maya, es palabra aborígen y rí o arí también lo es, significando río, o sea “río de mayas”…Donde se repite por toda la Isla en: Bitirí, Baitiquirí, Ariguanabo, Yumurí, Arimao, etc. Así mismo ari es diente en lenguas Aruacas (las hojas de la maya son dentadas, filosas, parecida a dientes). Y en el mismo aruaco ma significa no, negando la existencia de grupos de personas. Luego entonces Mayarí significaría en voz aruaca, “lugar donde no existen dientes, no hay población”. En lengua Taina dicen Mayaní que es equivalente a Nada, lo que pudo oírse e interpretarse como Mayarí, o sea, que no había nada, ni siquiera población en esta región apartada cuando llegaron los primeros pobladores aborígenes quienes huían de la conquista española desde la zona de Holguín.
Es curioso que aparezca este nombre en la mitología de las Islas Filipinas que también tienen a Mayarí un significado: Mayarí es una Deidad, la luna, de sexo femenino, en la religión Tagalog.
En la mitología Tagalog, Mayarí (también conocida como Bulan) es la hermosa deidad lunar que fue la hija de Bathala, el rey de los Dioses y una mujer mortal. Ella es conocida como la más bella deidad en la Corte de Bathala. Ella es la hermana de Tala, la Diosa de las estrellas, y Apolaki, Dios del Sol.
En el mito Pampangan: Bathala murió sin dejar un testamento y Apolaki y Mayarí lucharon para quién iba a apoderarse de la tierra. Apolaki quería apoderarse de la tierra por sí solo, mientras que Mayarí insistió en la igualdad de derechos. Los dos lucharon en el conflicto con garrotes de bambú, hasta que Mayarí perdió un ojo. Después que Apolaki vio lo que había hecho, se mostró de acuerdo a que juntos podían gobernar la tierra, pero en momentos diferentes. Mayarí comenzó a gobernar de noche, la luz de Mayarí es más ténue(la Luna) debido a la pérdida de su ojo. Su hermano Apolaki(Sol), gobernó de día.
Ajeno al mito Pampamgan, el primer dueño del hato de San Gregorio de Mayarí Abajo se llamó Bartolomé Sánchez Bahamontes, problablemente venido de Venezuela, bisabuelo de quien fuera el General Arcadio Leyte Vidal Delgado, el hombre de mármol plantado en el parque de nuestro pueblo, quien comenzó a explotar estas tierras alrededor de 1750 aproximadamente. Bartolomé se asentó en la zona de la Pedrona, allí construyó un Trapiche pero las viviendas de los primeros asentamientos se encontraban dispersas. Bartolomé casó con María de los Ángeles Díaz y con ella tuvo una hija, Gertrudis, quien recibió esta gran heredad y se casó con el médico santiaguero Francisco Soria y Quiñones. Doña Gertrudis Sánchez Díaz concebió 4 hijos, (Rafael, Juan Neponusemo, María de los Ángeles y María Asención) Esta última, María Asención Soria, casó con el Ayudante Primero de la plaza de Santiago con funciones de Sargento Mayor Don José Leyte Vidal Toledo, abuelo de Arcadio. Al quedarse viudo Don José, entre él y Rafael, hermano mayor de la difunta, compraron los derechos a los otros dos coherederos, por eso Mayarí fue repartida entre Rafael Soria(del arroyo Guayabo hacia el Sur y del río Mayarí al Este, es decir, Seboruco y Chavaleta) y Don José Leyte Vidal, obtuvo Norte y Oeste( San Gregorio).
El pueblo de Mayarí fue planificado por Don José para levantarse en Juan Vicente, pero el tiempo y la muerte de este gran hombre emprendedor, ocurrida en 1849, borraron de la mente de los mayariceros los devastadores desbordamientos de las aguas, de manera que fue creciendo desde el lejano 1850 un caserío largo y sinuoso, de una sola calle o camino Real bordeando el barranco del río mayor. Para 1858 era ya un caserío más o menos concentrado, por eso se traslada la Iglesia desde el Cocal para el lugar que hoy ocupa, se construye una casa curato, cárcel, un cementerio y un cuartel de infantería. Mayarí había nacido como poblado.
En la época colonial Mayarí tuvo dos etapas de auge económico debido a los enfrentamientos bélicos entre criollos y españoles. En la primera etapa, durante la guerra de 1868, Mayarí aventajó algo en su riqueza rústica y urbana por efecto de la concentración de fuerzas en aquel punto, que llegó á ser Brigada del Ejército de operaciones. En 1878, finalizada la Guerra de los Diez Años, Mayarí se constituye como Municipio(1879) con su primer Alcalde, Don Juan Grau, quien se ocupó, entre otras cosas, de fabricar un muelle en el Pontezuelo para la navegación fluvial por donde se realizaban todas las operaciones mercantiles, única vía de entrada y salida con mayor seguridad. El primer Alcalde, como quedó dichlo, fue Don Juan Grau y Pratt, le siguen Don Faustino Braña – que de él se cuenta una historia de tesoros algo fantástica – Don Juan Vinardell y Don Rosendo Torrens.
Al cesar la guerra del 68 merma la actividad mercantil y junto a la pobreza de su gente, el tifus, la viruela, el cólera y la endémica fiebre palúdica diezmaron su población. En la siguiente guerra por la Independencia Patria, del 95 al 98, segunda etapa en este frío análisis económico, se acentúa la penetración extranjera, sobre todo norteamericana, y al triunfo de la Revolución mambisa e inicio de la República, 1902-1958, o sea, en cincuenta y tantos años, los cambios en toda Cuba hacen florecer la economía y crece la población, nacen las Instituciones sociales y los partidos políticos, surgen nuevas calles y se fabrican casas de mampostería, el comercio interno adelanta. Se pavimentan algunas calles, se hace la carretera a Nicaro, carretera hacia Holguín, algunos puentes, sistema de alumbrado público, agua y alcantarillado, etc. El primer Alcalde Mambí es Don Francisco Mastrapa Leyte Vidal, le siguen Don Ciro Troncoso – también Mambí y hombre audaz – Don Delfín Aguilera – a quien le decían el Alcalde viajero – Don Fey Ramos, Don Pepe Reyes – analfabeto a pesar de ocupar el cargo. Y como ejercicio de la memoria dejo a ustedes los nombres de los siguientes Alcaldes, hasta que el 1º de Enero de 19 59 es depuesto de su cargo nuestro último Alcalde, aún con vida gracias a Dios y como ejemplo feaciente de aquella época grandiosa que nos “castraron”, Don Braulio Lecusay. En toda la etapa de la República, la caña, el café, el tabaco, la madera, la miel de abeja y los minerales hicieron posible que la burguesía local se formase aunque sin ambiciosas pretenciones. La época Republicana pasa lenta con algunos logros y yerros, y Mayarí se convierte en un pueblo de inmigrantes emprendedores, un pueblo apacible metido entre cañaverales, las montañas del Cristal, los Pinares y la Bahía de Nipe. Pero dentro de este período de República recien creada se producen eventos internacionales importantes que desembocan en un suceso externo y abarcador, la Primera Guerra Mundial. Cuentan los vecinos más antiguos que alguien alguna vez encendió su tabaco con un billete de veinte pesos. La imagen puede ser exagerada, pero nos muestra un período de vacas gordas que también gozó Mayarí por el alto precio del azúcar en el mercado mundial. Nacen nuevas industrias locales y el gigante Central Preston señorea en Oriente, y la Compañía de Felton explota al máximo el mineral extraído de las montañas.
La siguiente conflagración, Segunda Guerra Mundial, estimula la economía, aunque dependiente de intereses extranjeros. Estados Unidos comienza a construir Nicaro, que brindó trabajo a cientos de hombres y puso a circular mucho dinero, de manera que el comercio fue estimulado, se abren nuevos caminos, surgen rutas de guaguas, funcionan pequeños aeropuertos en Nicaro y Preston como también dos hospitales privados, etc, etc. etc.
Independientemente de la guerra, desastre humano que debiéramos aborrecer, y de cuyas acciones sobrevienen muertes y acaecen enfermedades, las familias pudientes del territorio supieron fomentar sus negocios externos e internos, de manera que Mayarí era ya un pueblo próspero y pintoresco cuando triunfa la Revolución de Fidel Castro el 1 de Enero del 59. Próspero y pintoresco como resultado del empuje de su clase media, de las obras de sus Alcaldes y la laboriosidad de su gente humilde y trabajadora. Y aunque parezca frivolidad enumerar los centros comerciales, institucionales, centros benéficos y religiosos, los enumeraré porque pienso que, en definitiva, ellos hicieron y hacen posible la vida en sociedad y nos dan la información fidedigna, teniendo en cuenta cantidad y cualidades, de cómo anda la salud y bienestar de un pueblo y los avances que ha logrado para beneficiar a la nación.